EXDUCERE: II CONGRESO DE EDUCACIÓN. "COMUNICACIÓN Y PARTICIPACIÓN"
El pasado fin de semana, los días 11 y 12 de mayo, dos maestras de nuestro centro, Inés y Mariló, junto al Director del centro, Martín, asistimos al II CONGRESO DE EDUCACIÓN de Castilla La Mancha que en esta edición llevaba por sobrenombre "EXDUCERE: COMUNICACIÓN Y PARTICIPACIÓN".
EXDUCERE, que se entiende en latín como “sacar, conducir de dentro hacia afuera”, contó con cerca de 900 docentes de todas las etapas educativas no universitarias y quiere ser un reflejo del concepto pedagógico y educativo que esta Consejería de Educación está implementando en la Región a través de la Formación del Profesorado.
OBJETIVOS:
- Entender la comunicación como herramienta indispensable en la práctica educativa.
- Conocer distintas técnicas de comunicación.
- Conocer las últimas tendencias educativas en el aula.
- Participar en un gran encuentro educativo regional.
En esta edición, EXDUCERE se centró en la comunicación y la participación en el mundo educativo y contó con relevantes personalidades de la comunicación y el periodismo, entre loa que podemos destacar a Angel Gabilondo, Juan Ramón Lucas, Mar Romera, Javier Sánchez o Roberto Brasero entre otros.
Las conclusiones que sacamos de este congreso es que es necesario trabajar conjuntamente en participación y comunicación, desde un enfoque interdisciplinar e integral que abarque todos los ámbitos que vertebran la sociedad, entre los cuales la educación ocupa sin duda un lugar muy importante. El sistema educativo sólo no puede, y las políticas sociales sin el sistema educativo tampoco.
¿Debe la educación preparar aptos competidores en el mercado laboral o formar hombres completos? ¿Ha de potenciar la autonomía de cada individuo, a menudo crítica y disidente, o la cohesión social? ¿Debe desarrollar la originalidad innovadora o mantener la identidad tradicional del grupo? ¿Atenderá a la eficacia práctica o apostará por el riesgo creador? ¿Reproducirá el orden existente o instruirá a los rebeldes que pueden derrocarlo? ¿Mantendrá una escrupulosa neutralidad ante la pluralidad de opciones ideológicas, religiosas, sexuales y otras diferentes formas de vida (drogas, televisión, polimorfismo estético...) o se decantará por razonar lo preferible y proponer modelos de excelencia? ¿Pueden simultanearse todos estos objetivos o algunos de ellos resultan incompatibles? En este último caso, ¿cómo y quién debe decidir por cuáles optar? Y otras preguntas se abren, por debajo incluso de las anteriores hasta socavar sus cimientos: ¿hay obligación de educar a todo el mundo de igual modo o debe haber diferentes tipos de educación, según la clientela a la que se dirijan?, ¿es la obligación de educar un asunto público o más bien cuestión privada de cada cual?, ¿acaso existe obligación o tan siquiera posibilidad de educar a cualquiera, lo cual presupone que la capacidad de aprender es universal? Pero vamos a ver: ¿por qué ha de ser obligatorio educar? Etc., etc. (F. Savater)
Es hora de reflexionar: si lo que nos ofende o preocupa es remediable debemos poner manos a la obra y si no lo es resulta ocioso deplorarlo, porque este mundo carece de libro de reclamaciones.